Fin del juego

Fin del juego – Jorge Sánchez López

Fin del juego es la nueva novela de Jorge Sánchez López, el escritor madrileño vuelve a la palestra literaria bajo el paraguas de RBA Libros en su sello Serie Negra y lo hace después de algo más de dos años de El túnel de Oliva.

FIN DEL JUEGO

Tenemos ante nosotros una novela negra de barrio, un obra donde el procedimiento policial marca el ritmo de un caso con muchas capas: Juan, un camarero del barrio, aparece muerto atado de pies y manos, sentado en una silla, en sus últimos instantes de vida hace una llamada al protagonista de este libro, el policía judicial Almanzor. Ambos eran amigos de la juventud y aunque el tiempo puso distancia entre ellos, Almanzor se toma el caso de manera muy personal. La ludopatía a niveles extremos de la víctima es el punto de inflexión de la investigación, movimiento en el cual Almanzor no se encuentra solo.

El extrarradio de una gran ciudad es un polvorín criminalmente hablando y el de Madrid no es una excepción. Pasando pocas páginas de Fin del juego ya podremos situarnos en una atmósfera densa y oscura en la que pululan personajes de dudosos intereses. El juego y los malos (e ilegales) negocios son el detonante de la implosión de la sociedad de los bajos fondos del lugar. La fina cortina que separa el sueño de la cruel realidad se hace prácticamente invisible haciéndonos caer una y otra vez en el agujero negro del vicio y la avaricia.

El autor no solo se apoya en esta caída sin fondo con una investigación callejera, picando puerta a puerta, sino que nos da a conocer, a la vez, los tormentos domésticos de Almanzor, haciéndolo de esta manera más cercano al lector.

DESENCANTO

Me podría quedar con una novela entretenida de esas que te devuelven a las calles de tantos barrios que han servido de inspiración a tantos escritores y escritoras de calado de nuestro país, pero no lo voy a hacer. Cierto es que ese aroma me ha llegado de alguna manera, pero con matices que necesito resaltar.

A pesar de realizar un guion ágil y dinámico, Fin del juego carece de autenticidad en cuanto a los parajes por los que se mueve: la calle y sus especímenes barriobajeros. El argot empleado por el autor es insuficiente y falto de credibilidad, cuesta mucho ponerse en la piel de los personajes, ya sean policías o maleantes. De hecho, en muchos de ellos el color necesario es el equivocado, las personalidades del reparto no se distinguen entre ellas.

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