Las nuevas historias del escritor norteamericano Chris Offutt son inagotables, Volver a casa alberga once nuevos relatos en los que los paisanos del autor deambulan con más pena que gloria en los angostos cerros de Kentucky.
VOLVER A CASA
Como nos confirma la propia editorial catalana Sajalín, Chris Offutt reaparece en el formato de relatos —tras veinte años de Lejos del bosque— con un buen puñado de nuevas andanzas de la gente de alrededor de las montañas de Kentucky. Almas perdedoras que luchan tan solo por el hoy sin ningún atisbo de esperanza por el mañana. Esos lugares salvajes son como nidos de víboras, repletos de casuchas prefrabricadas construidas desde las duras tierras con las propias manos de los habitantes. Cualquier cosa vale para levantar cuatro paredes y colocar un tejado con cualquier material. Al margen queda cualquier tipo de licencia de habitabilidad, aquella es otro tipo de vida muy alejada a la que nosotros conocemos.
El ochenta por ciento de la población ha pisado un calabozo y el porcentaje no baja mucho en cuanto a los consumidores de sustancias peligrosas. Los brebajes caseros conocidos como moonshine y las drogas como la Metanfetamina o el OxiContin son los clavos ardientes a los que se agarran los lugareños para vivir en un estado alucinógeno constante. No queda otra manera para tirar para adelante en una sociedad cerrada y alejada de las grandes urbes.
RELATOS DEPRIMENTES
Dentro de la obra publicada de Offutt ya podíamos encontrar compendios de historias de kentuckienses que se largaban Lejos del bosque y otras tantas de palurdos que intentan sobrevivir en un Kentucky seco. Ahora, en Volver a casa, tenemos la oportunidad de conocer a esos lugareños que, entre otras muchas inquietudes, se plantean volver a su pueblo o comunidad.
Once oportunidades las que tenemos en este libro donde asomar la cabeza en las vidas errantes y desoladoras de unos personajes atormentados por un futuro incierto. Encontramos a sureños dispuestos a empeñar lo poco preciado que poseen por una bicicleta cochambrosa para intentar hacer feliz a una niña. Historias de vidas perdidas e insignificantes, amenazadas constantemente por según como sople el viento o condicionadas por según con quienes se topen. Relaciones sumidas en la mentira y el vacío sentimental como si fuesen un nido del año anterior.
Son cuantiosos los detalles que apunta Chris Offutt con los que nos vuelve a invitar a conocer a sus paisanos. Desde luego que la vida en esas hondonadas no es para nada alentadora. Para los lectores del propio escritor todas estas tonalidades no nos vienen de nuevo, pero es nuestra propia imaginación la que tiene que trabajar con la ayuda de Offutt para poner las imágenes de ese entorno. Si se quiere ahondar y conocer esos parajes y habitantes os invito a visitar el canal del youtuber Peter Santenello, muchas de sus entregas se centran en acercarnos como son esos cerros de Kentucky y sus vecinos.
