Los lectores de la novela negra más canónica nos congratulamos con la llegada de Sarah Jane, obra escrita por James Sallis (Helena, Arkansas, 1944) y recién publicada por la Serie Negra de RBA con la traducción de Eduardo Iriarte. Para los grandes consumidores del noir es imperativo recurrir a grandes escritores como Sallis y conocer así historias como la de Sarah Jane Pullman.
El escritor sureño domina el tiempo y el ritmo literario de una manera majestuosa, manteniendo al lector en un constante estado de sumisión. Conocemos a nuestra protagonista con la edad de 7 años: una chiquilla inquieta que crece en una familia desestructurada hasta que decide volar del nido y buscarse su propio destino. Un camino con multitud de trabajos en cafeterías de baja calaña, experimentado la vida militar en cierto momento. Era eso o ir entre rejas. Situaciones variopintas a las que nos aboca Sallis.
El autor juega con el tiempo, alterándolo a su antojo para construir una novela que deja absorto por su cantidad de capas.
UN RINCÓN LLAMADO FARR
Sarah Jane encuentra su lugar en el mundo en un pequeño pueblo, allí en el sur. En dicho recóndito le espera Cal, el sheriff de Farr, para convertirse en su mentor con tan solo mirarle a los ojos. Sin necesidad de currículums ni de hurgar en el dudoso pasado de ella. Un lastre tormentoso con el que deberá bregar durante el resto de sus días.
La rutina policial de la zona es el pentagrama que alberga notas dispares. James Sallis relata con solvencia y detalle esa labor.
Sin tirabuzones narrativos, ni escenas thrillerianas, nos relamemos devorando Sarah Jane, una novela plagada de citas literarias, a la vez que reflexiones profundas y filosóficas de la protagonista, que no son otras que las del escritor.
Sarah Jane nace de la pluma de uno de los mejores escritores del noir sureño de las últimas décadas: James Sallis, autor entre otras obras de Drive, La agonía del asesino, y de la serie de novelas protagonizadas por Lew Griffin como El tejedor, Mariposa de noche, El avispón negro… Un aval inconfundible para crear a una anti heroína repleta de cicatrices.
