Montañas en llamas

Montañas en llamas

 

David Joy (Charlotte, 1983) es el autor de Montañas en llamas, que nos trae la editorial RBA Serie Negra, publicada en 2022 en nuestro país y que vio la luz en 2020 de la mano de Penguin Random House. Joy es escritor de novelas, cuentos, ensayos y fue el ganador del premio Edgar a la mejor primera novela por Where all ligths tend to go (2018).

EL CONTEXTO

Noviembre, 2016. Montes Apalaches, al oeste del condado de Carolina del Norte, reserva Cherokee. En estas coordenadas, y en medio de una prolongada sequía, prendieron una serie de incendios forestales que, encadenados, superaron con mucho los esfuerzos de los entes públicos y llegaron a devastar más de 200 acres de territorio.

Simultáneamente, otra epidemia asolaba esta zona: el tráfico y consumo de opioides (opiáceos sintéticos, drogas de categoría A, como la oxicodona, la morfina o la heroína), que diezmaron a una población ya de por sí castigada por la desigual distribución de recursos entre distritos y culturas. Este es el escenario en el que se desarrolla la historia.

LA HISTORIA

Ray Matthis es un guarda forestal jubilado, doliente viudo, que vive con su perra Tommy, vieja y ciega. Ray es también el padre de Rick, un yonki de 41 años sin remedio, al que Ray le ha sacado las castañas del fuego en infinidad de ocasiones. Ray está más que harto de bregar en vano con los problemas de su hijo y, cuando Rick le llama desesperado y medio muerto para que el padre salde una deuda de 10.000 dólares con su proveedor, Ray se jura que ésta va a ser la última vez que acuda a la llamada de Rick. Ray salda la deuda, salva la vida de su hijo y le da un ultimátum al proveedor de éste. Cuando, pese a la advertencia, Rick recae fatalmente, Ray toma la decisión de hacer limpieza allí dónde la policía parece no poder o no querer llegar.

Denny Rattler es un cherokee adicto a los opioides tras haber sido tratado con codeína cuando sufrió un accidente de tráfico. Ahora, comete robos de poca monta para mantener su adicción. Comparte proveedor con Rick y, tras fracasar al querer evitar una tragedia, su destino se verá ligado al de Ray. Rodríguez en un agente indio, que trabaja para la DEA como agente infiltrado en una banda de traficantes, con el fin de imputar al proveedor local. Sigue las órdenes de su superior, el agente Holland, que hará lo que haga falta para cerrar el caso de tráfico interestatal en el que está trabajando. Estas vidas se entrelazarán irremediablemente de maneras que ninguno de ellos podían prever.

EL GÉNERO

Con Montañas en llamas David Joy construye mucho más que una novela negra, criminal y narca, que se lee como un tiro. La localización de la historia, al oeste del condado de Carolina del Norte y la reserva Cherokee nos enfrenta a la desigual distribución de recursos y riquezas, al desfase cultural y a las diferencias internas entre la policía tribal y la policía del estado.

Por otra parte, la historia está explicada de manera que salta del punto de vista de uno a otro de los principales personajes.

La historia es trepidante y Joy sabe plasmar magníficamente la idiosincrasia de cada personaje. El retrato de Ray, que carga con la mochila pesadísima del duelo por la esposa y del extrañamiento del hijo nos recuerda a menudo al inolvidable William Munny de Clint Eastwood en Sin perdón. También Rattler, el ladrón de poca monta que mira solamente por sí mismo hasta que algo le amplia la visión de golpe nos retrotrae al wéstern clásico.

CONCLUSIÓN

Joy acaba de manera muy satisfactoria un libro altamente recomendable. RBA Serie Negra ha publicado otro libro de David Joy, Ojo por ojo. Ojalá nos vaya llegando el resto de su obra, pues es un escritor a quien realmente vale la pena conocer y seguir.

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